La Unión Europea pisa el acelerador con el coche eléctrico. Entre sus medidas, quiere que en 2025 el 25% de los coches que se vendan sean eléctricos, mientras que también se plantea que en 2035 se prohiban los coches de combustión.
El cambio climático avanza a pasos agigantados y tantos los países como las instituciones internacionales están empezando a marcar límites. Sin duda, el uso del coche eléctrico supone un respiro al medioambiente pero también a los bolsillos de los consumidores.